Hace muchas generaciones en Cherrapunji (pueblo del estado indio de Meghalaya) decidieron plantar árbol de caucho de modo que, moldeando su crecimiento,formarían puentes en el futuro.
Este pueblo, situado al noreste del país asiático, es conocido por ser el lugar más húmedo del planeta, ya que las lluvias monzónicas azotan cada año sus pendientes y llenan cada pequeño surco de agua, haciendo que la vida aquí sea de alto riesgo.
Una peculiaridad es que además esta lluvia se concentra en tan sólo 6 meses, y la mayor parte cae sólo en Junio y Julio.
Esto significa que durante esa temporada sobrevivir se convierte en un reto.
Para luchar contra esta climatología el pueblo de Cherrapunji desarrolló una técnica centenaria realmente curiosa.
Moldean árboles y crean estas estructuras vivientes. Los puentes más antiguos fueron plantados hace ya 500 años, y cada generación va pasando a sus sucesores los conocimientos constructivos y los cuidan como su tesoro más preciado.Cada puente que comienza un habitante de Cherrapunji está pensado para que lo disfruten sus hijos y los hijos de sus hijos, es una técnica ecológica, amigable con el medio ambiente y que les permite vivir allí. Además estos puentes, al revés que los que usamos nosotros que pierden fuerza y envejecen, se hacen más fuertes con el paso del tiempo, ya que las raíces siguen creciendo y refuerzan estas estructuras cada vez más.
El pueblo de Megalaya ha aprendido a convivir con su entorno y no sólo a sobrevivir, sino a vivir en paz en una zona que de otro modo sería inhabitable. Es imprescindible respetar y preservar estos lugares del planeta, que poseen el conocimiento de cientos de años de experiencia y evolución.
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